Paloma Barrientos - 19/07/2011
Álvaro Fuster y Beatriz Mira (I. C.)
Al empresario no le gusta la publicidad ajena a su actividad profesional y menos convertirse en personaje, aunque también debe entender que ser la pareja durante años de Anne Igartiburu y después de la participante de Supervivientes Elisabeth Thompson tiene cierto morbo y, por lo tanto, repercusión. Sobre todo imaginar esos encuentros amistosos de la que fuera concursante del reality con la Princesa de Asturias en las cenas o almuerzos informales organizados en la casa familiar de la Zarzuela.
Anne siempre fue más discreta y con una vida menos llamativa que la de la modelo. El caso es que el amigo principesco ha encontrado por fin una chica espléndida a la que tampoco le gusta la notoriedad. Beatriz Mira es la directora de comunicación de Alma Aguilar y expareja de dos décadas de Carlos Baute, aunque éste olvidó mencionar esa relación cuando realizó sus primeras declaraciones exclusivas anunciando su boda con Astrid Klisan. La familia de Mira arropó afectivamente al cantante y se sintió muy dolida por esa indiferencia. Pero como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga, y si no hubiera sido por ese desdén, hoy la creadora de wishbone, el amuleto de la suerte que lucen estrellas internacionales como Shakira, Rihanna o Misha Burton, seguiría colgada en las manos del cantante.
El primer encuentro de Álvaro y Beatriz fue en la fiesta que Fiona Ferrer organizó para la joyería Rabat en mayo pasado. Esa noche Álvaro no le quitó ojo a la doble de Jennifer Aniston, como adelantó Vanitatis. Desde ese día parece que funcionó la química, y hasta ahora.
En la boda de Carla Goyanes y Jorge Benguría aparecieron ya como novios oficiales. Beatriz, radiante, y el empresario, pendiente de ella. Como aseguran amigos comunes de ambos, “menos mal que lo de Baute acabó y ahora Bea está feliz”.
Álvaro Fuster, además de ser amigo del Príncipe desde los tiempos del colegio, es un empresario de éxito. Estudió en Estados Unidos Ingeniería y Finanzas y, ahora, junto a su hermano, se dedica a las energías renovables. Salvo su asistencia a bodas, bautizos y comuniones familiares, no suele frecuentar las discotecas y si lo hace no es de los que las cierran.
Por su parte, Beatriz Mira es una mujer muy reconocida en el mundo de la moda y la comunicación y muy alejada de la tontería habitual que rodea ese ambiente y donde crecen los indocumentados. Veranea en Marbella de siempre, igual que Álvaro y su familia.
Los amigos de ambos están felices con este noviazgo, “porque son encantadores, trabajadores y, sobre todo, muy buenas personas”.
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