Forman una de las parejas más sólidas del papel cuché, a pesar de que haya quien asegure que lo suyo es puro teatro. Borja Thyssen y Blanca Cuesta beben sus vidas a grandes sorbos. Disfrutan al máximo. Trabajan y gestionan. Sin tensiones ni falsas apariencias. No viven por encima de sus posibilidades. Son conscientes de que el dinero no es interminable y buscan, sin descanso, las alternativas pertinentes. De hecho, son muchos los empresarios que se interesan por ellos para promocionar y representar sus marcas. Blanca, por ejemplo, es imagen de peluquerías y tiendas de ropa para niños. Es lo que más le gusta. Junto a ellos se refugia cuando las aguas entre su suegra y su marido bajan turbias. Eric y Sacha son el motor de su vida, por eso siempre que puede lo muestra al mundo.
La próxima semana, Borja y Blanca realizarán una preciosa exclusiva desde su casa en Ibiza para festejar el segundo aniversario del pequeño Eric, que nació un calurosísimo cinco de agosto. Me cuentan que la entrevista transcurrirá en los términos habituales. Borja tiene pensado mantener su misma línea de no confrontación. Él sigue confiando en que habrá un día en el que su madre dejará de malmeter. Será entonces cuando las relaciones se restablezcan.
Siempre hay una próxima estación.
Por Saúl Ortiz
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