Jueves, 4 de agosto de 2011
L. Fernández - 05/08/2011
El reciente divorcio del marqués de Griñón, Carlos Falcó (Palacio de Dueñas, 1937), con la bisnieta del duque del Infantado, Fátima de la Cierva -su tercera esposa después de Jeanine Girod e Isabel Preysler- ha removido la maraña sentimental, que con cierto olor a naftalia, vincula a selectos miembros de la jet set. Una telaraña que pone de manifiesto que la célebre teoría de los seis grados de separación se cumple a rajatabla atendiendo únicamente al aspecto sentimental.
Y es que los miembros de la high society se cuidan muy mucho de salvaguardar sus fortunas y, como si de un exclusivo club se tratase, sólo se relacionan entre ellos por lo que pudiera pasar. Así, las ramificaciones de este árbol genealógico tienen un tronco que en otro tiempo abanderó a las firmes representantes del glamour marbellí: Marta Chávarri, cuñada del marqués de Griñón.
Chávarri se casó con el hermano de Carlos Falcó, Fernando, el 2 de junio de 1982 cuando sólo contaba con 22 años de edad. Siete años después, la hija del diplomático Tomás Chávarri y de Matilde Figueroa, hermana a su vez de Natalia Figueroa, decidía echar una canita al aire y comenzaba una sonada relación sentimental con el empresario Alberto Cortina.
En aquel momento, el que fuera conocido como uno de Los Albertos estaba casado con Alicia Koplowitz, cuya hermana, Esther, estaba casada con el primo y socio de Cortina, el otro Alberto, en este caso Alcocer. La casualidad quiso que Cortina y Koplowitz, que dejó los estudios con 18 años para casarse, contrajeran matrimonio en 1969 tan sólo unos días después de que lo hicieran Esther y Alcocer.
Pero volvamos al lío. El affaire entre Chávarri y Cortina salió a la luz en 1989. Al poco tiempo, estos se divorciaron de sus respectivas parejas (entonces se produjo otra jugarreta del destino, pues las Koplowitz también se pusieron de acuerdo para divorciarse, haciéndolo con pocos días de diferencia al comienzo de los años 90).
La Casa de Alba entra en escena
Marta Chávarri y Cortina se casaron tiempo después, pero el matrimonio sólo duró cuatro años. Y mientras la ex mujer de Falcó intentaba rehacer su vida con Javier Salaverri, hoy máximo responsable de UBS en España, y posteriormente con Richard Hudson -amigo de Marina Castaño-, Cortina lo hacía con Elena Cué en el año 2000, otra de las reinas de la elegancia y el glamour.
Esther Koplowitz tampoco perdió el tiempo tras su divorcio. En 2003 se casaba con Fernando Falcó, marqués de Cubas y curiosamente ex marido de Marta Chávarri, y lo hacían en una ceremonia íntima y discreta, al igual que su matrimonio, que aún hoy continúa.
Su hermana, Alicia Koplowitz, vivió al mismo tiempo una segunda juventud ya que volvió a los brazos del que fuera uno de sus primeros novios, Carlos Martínez de Irujo, hijo de la Duquesa de Alba y ex marido a su vez de Matilde Solís.Con el Duque de Huéscar la empresaria y marquesa de Bellavista mantuvo una larga relación, que ambos siempre intentaron mantener en la más estricta intimidad.
Sin embargo, la relación no terminó de cuajar y decidieron quedar como amigos. Un hecho que no ha impedido que cada uno haya rehecho su vida por separado. Y mientras que al duque de Huéscar se le ha relacionado con una de las musas del destape, Victoria Vera; Alicia Koplowitz volvió hace un mes a las portadas del papel couché por su presunta relación con el abogado Jorge Trias, miembro de la alta sociedad catalana y casado dos veces, la última con Amalia Aranguren Zunzunegui, dueña, junto a sus hermanas, de la firma Becara.
Para terminar, sólo un dato curioso. ¿Saben quien es el abogado de Marta Chávarri? Pablo Boyer. Ahora desenmarañen ustedes esta telaraña. O si tienen tiempo busquen con quien está casada la hermana de Chávarri, María. ¿Les suena el apellido Fitz-James?
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