@Vanitatis - 01/06/2011
La baronesa Thyssen y su hijo Borja (Agencias)
Sin embargo, en esta vista preliminar los dos protagonistas, que llevan dos años sin verse, no se han personado en los juzgados de Plaza Castilla y han dejado que sus abogados fuesen los que comunicasen las versiones de sus clientes.
La baronesa Thyssen ha entrado en directo en el programa Queremos hablar, de Albert Castillón en Punto Radio, para expresar su opinión ante la demanda de Borja en el primer día de su polémico enfrentamiento en los tribunales: “Lo duro es que un hijo ponga una querella a una madre por una herencia... “Lo duro es que un hijo ponga una querella a una madre por una herencia... Los cuadros no son suyos. Si son en herencia no son suyos”, declaró.
Además, ha destacado los duros momentos que esta situcación le está produciendo: “Me pone muy triste cuando voy a ver a Borja y no me abre la puerta. Las personas que están alrededor suyo tampoco saben nada", destacaba en el programa. "Mi hijo tiene una fortuna que recibe todos los meses de mi mano porque soy yo la que que la mando. Y las personas que tiene alrededor no deben separar a una madre y a un hijo. A Borja no le falta nada, ni a ellos no le faltan nada", afirmaba haciendo hincapié en que ella ha intentado ponerse en contacto con Borja sin que él le hubiese dejado.
"Me sabe muy mal que mi hijo pierda su dignidad. Un chico preparado en estudios, un chico excelente, con una cultura muy grande, siempre ha sido un señor... Entonces esa forma de perder su dignidad es lo que más me duele. Está perdiendo lo que no debe de perder un hombre jamás en la vida".
El motivo de la querella de Borja Thyssen
Como adelantó Vanitatis, Borja Thyssen reclama como parte de su herencia dos lienzos valorados en más de siete millones de euros. Se trata de un Goya -una mujer y dos niños junto a una fuente- que, además del valor económico, tiene una historia sentimental detrás, ya que, según Borja, su madre siempre le dijo que se lo regaló el barón el mismo día que le bautizaron en la iglesia de San Patricio, en Nueva York.
Esa revelación que ha formado parte de la vida cotidiana de la familia resultó que no era tal, cuando el hijo se presentó en el museo Thyssen el 29 de octubre de 2009 acompañado de un notario para exigir su entrega. Y no sólo del Goya, sino también de El bautismo de Cristo firmado por Giaquinto. Como era de esperar, la baronesa se negó.
En estos momentos, se desconoce el paradero de las telas, así como de quién es realmente la titularidad, algo que deberá dirimir el juez. No hay que olvidar tampoco que fue Carmen la que también interpuso una denuncia contra su hijo y su nuera por revelación de secretos. La justicia será quien dé la razón o la quite.
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