@Paloma Barrientos - 02/06/2011
Don Juan Carlos, en una de sus últimas apariciones (I. C.)
Las imágenes de don Juan Carlos echando la bronca a los periodistas que suelen cubrir la información de su Casa se ha convertido en uno de los vídeos más vistos de Youtube y, por supuesto, en trending topic en Twiter. La caja de los truenos se abre cuando una redactora le pregunta cómo se encuentra, más en forma de saludo que esperando una respuesta informativa. “Lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días”, contesta el monarca.
Y los periodistas presentes se quedan más sorprendidos ante la reacción real que si Su Majestad les hubiera preguntado por las operaciones estéticas de Belén Esteban. Hasta ese momento, el llamado ‘pronto’ Borbón no era del dominio público salvo el “¿Por qué no te callas?” dirigido al presidente de Venezuela Hugo Chávez. La gente que frecuenta al Rey y su propia familia sí está acostumbrada a esos exabruptos, que, según parece, duran muy poco, al igual que le ocurre a la infanta Elena, cuyas salidas de pata de banco son memorables.
En su caso, también desaparecen con rapidez. Como sucede con todo el mundo que tiene ese carácter al “pronto” le sigue el acto de contrición. Y, como el monarca no iba a ser menos, enseguida se arrepintió del modo en que se había dirigido a los informadores. Sobre todo porque en ese caso resultaba injusto ya que los periodistas acreditados no suelen entrar en cuestiones que no son las oficiales.
Si es cierto que la salud del Rey ha preocupado y preocupa porque es el Jefe del Estado y cualquier imagen suya que no sea saludable da lugar a los rumores. Pero, ante ellos, lo mejor no es la opacidad ni las broncas reales, sino todo lo contrario. Por eso, las últimas explicaciones del gabinete de comunicación del palacio de la Zarzuela informando de las dolencias del Rey no sólo resultan obligadas, sino que sirven para que don Juan Carlos no se vuelva a mosquear con los súbditos en horario laboral. Preguntar a Su Majestad cómo se encuentra es un gesto de buena voluntad y así parece que lo entendió el monarca una vez pasado el enfado.
No comments:
Post a Comment